Por eso es tan importante dejar que ciertas cosas se vayan.
Soltar. Desprenderse.
La gente tiene que entender que nadie está jugando con cartas marcadas; a veces ganamos y a veces perdemos. No esperes que te devuelvan algo, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor.
Cerrando ciclos: no por orgullo, por capacidad o soberbia, sino porque simplemente aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, viste otra ropa. Dejar de ser quien eras y transformarte en quien realmente eres.
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